Al frente de esta Sociedad modernizó las instalaciones de los socios, mejorando y actualizando los sistemas de producción, consiguiendo abaratar los precios y abriendo el mercado exterior, de modo que los productos de la Sociedad llegaron a tener gran prestigio. Se pasó en pocos años de unos 2.500.000 pinos rodenos o resineros a los cerca de 13.000.000 que se llegaron a aprovechar a principios del siglo XX, puesto que uno de los objetivos fundamentales fue la ampliación del patrimonio forestal, como también lo fue del propio Calixto que contribuyó a la misma con dos propiedades, “La Cándida” en Mazarete y “La Avellaneda” en Anquela del Ducado.
La primera producción que consiguió la fábrica, según datos obtenidos de un artículo publicado en La Vanguardia el día 3 de marzo de 1889, fue de 19.700 Kg de aguarrás o esencia de trementina y 85.000 Kg de colofonias, a partir de la recogida de 120.000 Kg de miera. El artículo apunta además que la producción fue escasa debido a que la operación de resinar empezó en junio, es decir, con dos meses de retraso, y también había sido escaso el tanto por ciento de esencia de trementina por haber estado la miera almacenada algún tiempo, lo que produjo pérdida de principios esenciales. Encontramos también un cuadro resumen con las producciones del primer quinquenio de funcionamiento de la fábrica y los precios de los productos obtenidos.
Los mercados principales de “La Cándida” fueron Barcelona, Madrid, Sevilla y Zaragoza. La fábrica junto con los pinares fueron vendidos por su dueño a L.U.R.E. en 1909, tras la salida de éste de la Sociedad. A partir de la década de los sesenta la actividad resinera en nuestro país se vio amenazada por el desarrollo tecnológico y la creciente competencia internacional, experimentando la extracción y procesado de la resina en España un progresivo declive, hasta la práctica extinción. El retroceso en la producción estuvo acompañado por un continuado incremento en los costes y caída relativa de los precios, disminuyendo la rentabilidad de numerosas instalaciones, como la de la fábrica de Mazarete que finalmente cerró sus puertas en 1976. Hoy, lamentablemente, sólo unas ruinas recuerdan su pasado esplendor.
Queremos agradecer a José Enrique Villarino los comentarios y sugerencias, fue él quien nos puso en antecedentes sobre esta industria y quien nos ha facilitado abundante información.
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2 comentarios:
Muy buena iniciativa. Ánimo y felicidades. Os iremos siguiendo
www.monsacro.net
Muchas gracias por la mención.
Enhorabuena por vuestro trabajo de rescatar, proteger y promocionar un patrimonio muy valioso que nos da noticia de nuestra industria de antaño.
Un saludo
José Enrique Villarino
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