Con este nombre tan prometedor se constituyó, el 18 de junio de 1899, la Sociedad que construyó y explotó el Salto de San Román. El fundador fue Federico Cantero Villamil que, como bien conocedor del aprovechamiento hidráulico para producir energía, se dio cuenta enseguida de las posibilidades que ofrecía el río Duero y sus principales afluentes.
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Algo de prometedor tenía el nombre ya que la empresa fue pionera en la actividad industrial de Zamora y, además, el Salto de San Román fue el origen de una serie de saltos de agua emprendidos a lo largo de los cauces del Esla y el Duero durante todo el siglo XX que, según pasaron los años, aumentaron en altura y complejidad técnica.
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En el novedoso proyecto, Cantero Villamil utilizó un meandro del Duero a su paso por el término municipal de San Román de los Infantes, a pocos kilómetros de Zamora, para la construcción de una presa, de 5 metros de altura, que conseguía desviar el caudal del río a través de un túnel que posteriormente lo devolvía otra vez a su cauce, pero logrando un desnivel de 14 metros. El Salto consiguió con esa altura producir la energía eléctrica necesaria para abastecer a Zamora, Salamanca y posteriormente a Valladolid, que se dotarían de alumbrado público eléctrico en los primeros años del siglo XX, así como a los pueblos de sus comarcas.
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Obras en la presa - Asociación Ferroviaria Zamorana
En enero de 1903 se inauguraron los dos primeros grupos con turbinas de 600 CV y alternadores de 400 KVA, en 1906 ya se exportaba la energía a Salmanca. En 1907 se instalan 5 grupos nuevos con turbinas de 1.000 CV y alternador de 900 KVA, y un año después ya se abastecía a Valladolid, la empresa encargada de la distribución fue Electra Popular Vallisoletana.
Construcción del azud - Exposición Luces del Duero 1900-1970
La Empresa fue un hito de modernidad en muchos sentidos: por el tipo de energía que explotaba, por el novedoso diseño técnico y porque constituía un poderoso llamamiento a explotar el enorme potencial hidroeléctrico del Duero en su curso fronterizo con el país vecino. De eso se debieron de dar cuenta varios ingenieros industriales y de caminos, que siguiendo las indicaciones de Cantero, comenzaron en 1918 la conquista hidroeléctrica del río Duero a través de la Sociedad Hispano Portuguesa de Transportes Eléctricos con capital del Banco de Bilbao.
El Porvenir de Zamora resistió como sociedad independiente a pesar de las propuestas realizadas por ésta última y otras grandes compañías eléctricas, hasta 1951, cuatro años después de la muerte de su fundador e impulsor, cuando Iberduero adquirió el viejo Salto zamorano.
El Adelantado de Indiana - Asociación Ferroviaria Zamorana - Exposición Luces del Duero 1900-1970
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