martes, 26 de enero de 2010

Sensibilización para proteger el Patrimonio Complutense

"Es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas"
Mariano José de Larra

La Lista Roja del Patrimonio Complutense se presentó ayer en un acto público que congregó a una gran cantidad de personas interesadas y sensibilizadas con el patrimonio histórico y cultural alcalaíno. Es lo que se podía deducir del silencio reinante en una de las salas del Parador de Alcalá, donde tuvo lugar el acto, durante la exposición del Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense, autores del texto y, también, de la ovación de los allí presentes una vez finalizado, lo que dejó ver el agradecimiento unánime por el excelente trabajo llevado a cabo por esta Asociación.

El documento, del que ya hemos hablado en este Blog y que se podía leer íntegramente, se ha editado e impreso para darle una mayor difusión, que es, en opinión de todos, la mejor forma de que se conozca y por tanto, se valore y se proteja nuestro patrimonio. Ayer mismo, se podía adquirir el ejemplar al terminar el acto de presentación, y también se anunció que estaba disponible en la librería Diógenes de Alcalá de Henares.


Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense

El Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense comenzó la exposición indicando el por qué de esta Lista, resaltando el concepto de lista abierta, porque el objetivo principal es que los bienes que están incluidos salgan de ella cuanto antes. De ahí, la actitud optimista a pesar de que se informe y se ponga de manifiesto el mal estado en el que se encuentra algunas instalaciones de este municipio. Y como una imagen vale más que mil palabras, se hizo un repaso por algunos de estos bienes para mostrar su estado actual y hacernos ver a todos la inmediata actuación que necesitan. Hubo lugar para las instalaciones industriales, la fábrica Gal, los Silos de Grano, entre otros.


Diapositiva de los Silos del Servicio Nacional de Cereales

Quedó claro en la parte final de la intervención, que se quiere alertar, despertar voluntades y luchar contra la apatía para emprender las acciones oportunas. Todos los restos, valores y testimonios componentes del patrimonio histórico y cultural nos pertenecen a todos, y esto incluye las generaciones venideras así que, o lo cuidamos para transmitirlo en las mejores condiciones o desaparecerá porque son irrepetibles y por tanto, irrecuperables.

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martes, 19 de enero de 2010

La Fábrica de Harinas de Manzanares, ejemplo de Patrimonio Industrial en Ciudad Real

Por Francisco Herrera Torrijos, Ingeniero Industrial.

La molturación de cereales, de cara a la fabricación de harina con la que hacer pan, se realizó en el pasado con algún molino de viento, pero principalmente con varios molinos de agua que instalados en el cauce del río Azuer aprovechaban la fuerza de su corriente, durante los meses invernales, para mover las piedras moledoras.

De hecho, D. Manuel Juan López, natural de Enguera (Valencia), que tenía una fábrica de paños y mantas, compró uno de esos molinos harineros junto al río Azuer con movimiento de piedra y cilindros en 1885. Posteriormente, junto a D. Juan Ayala Mira, vecino de Ciudad Real, D. Demetrio y D. Ricardo Ayala, y secundados por D. Bienvenido Carrasco y D. Francisco Mansilla formaron la sociedad Ayala y Juan, que fundó la Fábrica de Harinas de Manzanares, en el año 1900.

Gracias al impulso emprendedor de estas personas y a su iniciativa fueron capaces de crear esta factoría que molturaba casi 60 toneladas de grano al día, siendo la tercera fábrica de España por capacidad en aquella época, constituyendo un orgullo y un simbolismo de progreso para Manzanares.


La fábrica de harinas se sitúo sobre un antiguo huerto junto a la Carretera de Andalucía y haciendo esquina con la calle Fachada del Río. Fue dotada por sus fundadores con la maquinaria más moderna del momento, siguiendo el sistema de transporte neumático Bühler.

El edificio es muy característico de este tipo de factorías, es del estilo denominado ecléptico-historicista y ocupa una superficie de más de 3.000 metros cuadrados. Su fachada es de ladrillo prensado, reforzándose en las esquinas con piedras de sillería.

El impresionante edificio principal de sólida construcción, a base de piedra y ladrillo macizo, consta de tres pisos divididos en seis naves. Las de la derecha, destinadas a trituración y molienda, tenían 35 metros de largo por 12,5 de ancho, y las de la izquierda, de igual ancho y con 11 metros de longitud, estaban dedicadas al proceso de limpieza del grano.

Publicidad de la época

El sistema de limpieza de cereales estaba compuesto por bombos desterradores, eliminadores de paja y elementos ligeros, deschinadoras y separador magnético de partículas metálicas. En esta zona se encontraban también las despuntadoras para quitar el germen, la lavadora de trigo con tizón, una columna secadora y depósitos reguladores donde se acondicionaba el grano dosificándole cierta cantidad de agua para facilitar la molturación, siempre bajo la atenta vigilancia del maestro molinero, cargo que ocupó durante muchos años D. Ruperto Lampaya.


Las operaciones de trituración y molienda se realizaban mediante una serie de rodillos estriados y cilindros lisos que poco a poco iban convirtiendo el polvo las diferentes partes del grano. A continuación de los molinos se encontraban los cernedores o Plansichter, que mediante movimientos vibratorios separaban la sémola (harina), del salvado (cubiertas leñosas del grano), ayudados por cinco sasores, que mediante un sistema de aspiración eliminaban las pequeñas partículas de salvado que hubieran pasado a la harina.


Esta industria que en sus diferentes turnos de trabajo ocupaba a más de 160 trabajadores, entre molineros, transportadores, carpinteros, tejedores, mecánicos, panaderos y oficinas, etc. El personal se distribuía entre dos turnos, el de día y el de noche. Su impacto en la economía de la ciudad debió de ser enorme teniendo en cuenta que su población en esta época no alcanzaría los 10.000 habitantes, siendo actualmente de unos 18.000, cifra que se ha venido manteniendo casi estable en los últimos 50 años. Contaba, como necesario complemento de instalación principal, con enormes almacenes para grano y harina, talleres auxiliares con maquinaria apropiada para pulir o astriar cilindros, y con una panadería propia e la que diariamente se cocían unos 2.000 kilos de pan para abastecer a la localidad.

Vista de los hornos de pan

Como resultado de todo el proceso se obtenían varias calidades de harina panificable, salvados, tercerillas y cuartas empleadas como pienso.

En principio la fábrica estuvo movida por un gran motor de vapor de agua alimentado por tres calderas Alexander, el cual fue sustituido más tarde por un motor Diesel de 150 CV.

Dinamo de cc de 110V. En época de restricciones este aparato dio luz a la iglesa de Jesús y a Paseos del Río en las fiestas del pueblo

Durante la Guerra Civil española la fábrica fue incautada por el Gobierno Republicano y se destruyó parte de la maquinaria, como las calderas que eran de gran valor. Terminada la contienda, la sociedad Ayala y Juan, S.A. volvió a resurgir, comprando nueva maquinaria alemana e inglesa como un motor Siemens que movía la transmisión general y otro Deuz de 150 Hp, movido por gas-oil. Se producían varios tipos de harinas: X-I, X-II, X-III, que se envasaban en sacos de arpillera de 100 kg y más tarde en sacos de papel de 50 kg. En 1945, fueron instalados en uno de los patios varios hornos donde se cocía el pan y se distribuía entre varias tahonas del pueblo.

La fábrica se cerró en 1974, quedando solo el edificio que se vendió en 1977. Actualmente está abandonado, aunque la fachada exterior se mantiene relativamente bien. Éste está incluido en la Lista Roja de la Asociación Hispania Nostra, dedicada a proteger edificaciones históricas de nuestro Patrimonio. También la Asociación Restaura Manzanares lleva varios años reivindicando la preservación y puesta en valor de esta impresionante harinera. Desde este Blog también nos sumamos a estas reivindicaciones dando a conocer su historia y el significado que tuvo para Manzanares y para la industria harinera española.

Por esas fechas se inaguraba y ponía en marcha, en Manzanares, un Polígono Industrial de los denominados de 'descongestión de Madrid', que actualmente alberga a más de 170 empresas, la mayoría pymes, entre las que cabe destacar: Sociedad Española del Acumulador Tudor (antigua Tudor), Suzuki&Manufacturing Spain (componentes del automóvil), Miguel Bellido (complementos y accesorios, con proyección internacional), Vinícola de Castilla (produce vinos con la marca Señoría de Guadianeja entre, otros), Cooperativa Padre Jesús del Perdón (produce vinos de la marca Yuntero y Lazarillos, entre otros).

Agradecer desde este post a Manuel Rodríguez por toda la documentación facilitada sin cuya aportación hubiera sido imposible hacer este artículo. La información sobre el proceso de producción de la fábrica ha sido obtenida del libro 3º de A. Bermúdez, 'El Sector Industrial no Vinícola'.

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martes, 12 de enero de 2010

II Concurso Anual de Fotografía

El pasado día 17 de diciembre se dio a conocer el fallo del II Concurso Anual de Fotografía organizado por la Asociación de Ingenieros Industriales de Madrid y el COIIM. Esta segunda edición ha contado con una extraordinaria participación con más de 65 fotografías. Dentro de la modalidad 'industrial' los participantes han recreado con sus imágenes la atmósfera de antiguas instalaciones industriales y maquinaria transportando al espectador al interior de las mismas, en unos casos, y en otros, al paisaje que las rodea.

De entre las obras finalistas, el jurado ha otorgado el primer premio a la colegiada Paula Barbero Pérez, por su obra 'Prevención en la vieja harinera'. La imagen está tomada en el interior de la Fábrica de Harinas de San Antonio en Medina de Rioseco (Valladolid), antigua harinera situada junto a la dársena del Canal de Castilla. Es un ejemplo de Patrimonio Industrial rehabilitado y al que le han sabido dar una nueva utilidad convirtiéndolo en museo. Gracias a la conservación de la maquinaria, el visitante puede disfrutar y conocer el proceso completo de la molienda.


Primer Premio: 'Prevención en la vieja harinera'
Paula Barbero Pérez

El segundo premio se concedió a la obra 'La vieja hidroeléctrica' del colegiado Alberto Fernández-Infantes Barrajón. La imagen muestra, en palabras del autor, la vista frontal de la antigua central hidroeléctrica de Santa Ana, situada entre las lagunas de Batana y Colgada en el Parque Nacional de las Lagunas de Ruidera. Las instalaciones están abandonadas desde que dejaron de producir electricidad a finales de los años setenta, así que el estado deterioro en que se encuentran es muy avanzado.


Segundo Premio: 'La vieja hidroeléctrica'
Alberto Fernández-Infantes Barrajón

El tercer premio ha recayó en la obra titulada 'Funicular' del colegiado David Olivar Manuel. La fotografía muestra el funicular para ascender al Monte Igueldo en San Sebastián. Este singular medio de transporte por cable fue inaugurado en 1912. Su peculiaridad estriba, como se puede ver en la imagen, en el sistema de doble vía situado en su parte central, que permite el cruce de los vagones ascendente y descendente. En la actualidad, sigue funcionando con los mismos equipos y vehículos desde que se puso en marcha.


Tercer Premio: Funicular
David Olivar Manuel

Es de agradecer a todos los colegiados su participación en esta iniciativa, que ha tenido por parte del resto del colectivo y de todas las personas interesadas en el Patrimonio Industrial muy buena acogida.

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jueves, 7 de enero de 2010

Lista Roja del Patrimonio Complutense

Comenzar el 2010 con una nueva lista roja, añadida a las que ya existen en muchos municipios repartidos por nuestra geografía, nos provoca cierta desazón. Pero hay que mirar el lado positivo, que siempre existe, y agradecer a aquellas personas que se preocupan en poner de relieve las injustas situaciones a las que están sometidas ciertas instalaciones. Además, es el primer paso para empezar a actuar y así lo ha considerado el Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense que, en colaboración con la Asociación Cultural de Hijos y Amigos de Alcalá y de Ecologistas en Acción, ha llevado a cabo un amplio trabajo de investigación y documentación para dar a conocer el riesgo que corren importantes elementos del patrimonio histórico en el municipio alcalaíno.

Alcalá de Henares por ser Ciudad Patrimonio de la Humanidad puede dar lugar a pensar que todo su patrimonio está totalmente protegido y rehabilitado pero no es del todo cierto. Se hacen trabajos de conservación y restauración pero no todo lo urgentes que debieran ser y no llegan a todos los bienes que lo necesitan. Esto da lugar a la existencia de elementos cuya permanencia e integridad peligran y es lo que ha motivado al Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense a movilizarse y realizar este estudio, en el que se identifican estos elementos para que la sociedad los conozca y las administraciones actúen.

Como resultado del estudio, han elaborado un documento compuesto de fichas descriptivas en las que aparecen los datos más relevantes, descripción histórica y posibles actuaciones a llevar a cabo para los bienes analizados. Además de patrimonio arquitectónico y arqueológico también hay lugar, como no podía ser de otro modo, para el patrimonio industrial, que a nuestro modo de ver es el más vulnerable. Entre los elementos de patrimonio industrial se encuentran:

La Fábrica de Harinas 'La Esperanza', de 1916, fue la primera instalación de este tipo movida por energía eléctrica en Alcalá. Hoy es propiedad del Ayuntamiento y se están realizando trabajos de rehabilitación del edificio principal y de la maquinaria.


Maquinaria de la Fábrica de Harinas 'La Esperanza'.
Foto: Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense

La antigua Fábrica Gal, a la que dedicamos un post en este blog, también se encuentra en esta lista. Parte de las instalaciones han sido demolidas para usos urbanísticos, pero se conserva una de las naves como la parte más significativa del conjunto. Desde un primer momento se ha pensado en rehabilitarla como museo del motociclismo aunque los trabajos no han empezado aún y, mientras tanto, el edificio está totalmente desprotegido con destrozos en su interior cada día más numerosos.

Otros de los elementos que corren grave peligro son los diferentes molinos que aún permanecen en pie en el municipio, como el Molino de Borgoñón o del Colegio que data del siglo XVI, el Molino medieval del Puente de Zulema y el Molino de las Armas y Maquinaria, del que se tiene documentación desde el siglo XVIII. Todos ellos fueron molinos de grano hasta finales del siglo XIX cuando se transformaron en fábricas de harina y corren grave peligro por el estado de abandono en el que se encuentran. Los dos últimos conservan además parte de la maquinaria de molienda.


Interior Molino del Puente de Zulema.
Foto: Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense

También han catalogado los dos Silos construidos en la década de los años cincuenta para el Servicio Nacional de Trigo. El estado de abandono de estos dos almacenes y de los citados anteriormente provoca que se tenga, en general, una visión negativa de los restos de la actividad industrial que ha quedado obsoleta funcionalmente.

Las pintadas en sus fachadas, la suciedad a su alrededor y la falta de cuidado del entorno dan la sensación, a quien convive con ellos, que son elementos inservibles, que alterar negativamente el paisaje urbano y lo degradan. Por ello, la necesidad de actuar rápidamente y cortar con la inercia que ha tomado el destino de cada uno de ellos.

La propuestas de alternativas para nuevos usos, unidas a ejemplos concretos que se han seguido en otros lugares, puede ser la solución para cambiar esa mala y errónea percepción. De hecho, cuando las iniciativas de recuperación son acertadas, se están convirtiendo en reclamos de un incipiente turismo, denominado industrial, que consigue aumentar la actividad económica de los lugares donde se encuentran.

Agradecemos el conocimiento de este documento a los autores y colaboradores, a los que apoyamos decididamente.

Documento Lista Roja del Patrimonio Complutense
http://www.patrimoniocomplutense.es/

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viernes, 18 de diciembre de 2009

Manifiesto a favor de la conservación del Patrimonio Industrial

Colegios oficiales, entre ellos el COIIM, y otras asociaciones profesionales e instituciones de caracter técnico firmarán hoy viernes, 18 de diciembre, un manifiesto a favor de la conservación del patrimonio industrial, aeronáutico y arquitectónico de Guadalajara.

Con este comunicado se trata de sensibilizar tanto a la administración pública como a la sociedad del peligro que corren edificios, maquinaria y otros restos del pasado industrial de Guadalajara, dado su avanzado estado de deterioro y con el consiguiente peligro de desaparición al que están sometidos. Tal y como sucede con el edificio que albergaba la fábrica de La Hispano, a la que ya dedicamos una entrada en este Blog.


Fábrica la Hispano en Guadalajara, 1918


Talleres de la Fábrica La Hispano en Guadalajara, 1920

La concienciación social es la única vía posible para conseguir frenar este abandono y sólo a través de una correcta difusión de la importancia, significado y transcendencia para el desarrollo de la cuidad y sus habitantes, se podrá dar el valor que merecen. Este es uno de los fines de nuestro Proyecto y de otras tantas instituciones que se reunirán esta tarde para unir sus voces y darlas a conocer.

El acto tendrá lugar en la Cámara de Comercio de la capital alcarreña, C/Mayor 24, a las 19h30, coincidiendo con la clausura de la III Semana Aeronáutica de Guadalajara.

Más información en www.aviaciondigital.com

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viernes, 4 de diciembre de 2009

Salinas de Belinchón (Cuenca)


Estas salinas de ilustre abolengo son poseedoras de una larga historia que va desde la época romana hasta nuestros días. De los primeros explotadores se sabe por los restos arqueológicos encontrados en la zona y pueblos de alrededor, del resto, por los numerosos documentos que atestiguan como ha ido aumentando durante muchos siglos las arcas reales y arzobispales. Hoy, la empresa Salinas de Belinchón, explota y comercializa la solución acuosa conocida como salmuera, muy apreciada en diversos sectores industriales como el químico, textil o alimentario.


Salinas en plena actividad, 1823. Foto de http://www.salinasdebelinchon.com/

Desde que se iniciara la Reconquista Cristiana de la línea al sur del Tajo y se devolviera a la corona la comarca conquense donde se encuentra Belinchón, muchos han sido los monarcas que han negociado con estas tierras por la existencia de las salinas. La sal, muy valorada por aquel entonces, proporcionaba unos grandes beneficios a sus poseedores.

Ya el rey Alfonso VII, primer propietario de las salinas, hizo negocio con ellas. Hacia el año 1146 le dona al Arzobispo de Toledo la mitad de las salinas, con la condición de que se preocupara de repoblar esta zona fronteriza con los territorios aún en poder de los musulmanes. De esta forma, intentaba garantizar una mejor defensa de cara a un posible ataque por parte del enemigo musulmán. Eso sí, ya se encargó el Arzobispado de dejar muy claro en el primer Fuero de Belinchón (año 1171), a los potenciales vecinos, que la explotación de las salinas ya tenía dueño. Después de él, sus sucesores en el mandato y otros poderes señoriales hicieron de las tierras de Belinchón un lugar económicamente estratégico durante la Edad Media.


Escudo Real Borbónico, situado sobre puerta principal de la vivienda

Tanto las Relaciones Topográficas de los Pueblos de España encargadas por Felipe II en 1576, como en las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada en 1752 dan prueba de ello, con cantidades producidas y beneficios obtenidos.

Las salinas se alimentaban del agua de un pozo practicado junto al cauce del Arroyo de las Vegas que iba a desembocar al Tajo. Ésta se extraía por medio de norias de madera movidas por animales de tiro, o norias de sangre como se denominaban. Después el agua era vertida y conducida por los canales a los que llaman presones hasta las balsas distribuidoras que la repartían entre los vasos, en los que se aceleraba la concentración de la solución por medio de la evaporación.

La sal depositada se removía una vez por semana antes de que el agua se evaporara por completo, consiguiendo que no se endureciera en exceso. Esta operación era conocida como arrollar y consistía en empujar la sal hasta el borde de los vasos y amontonarla mediante un rodillo. Después se trasladaba al almacén, donde era molida y quedaba a la espera de su comercialización. El agua sobrante era recogida a través de unas acequias que la llevaban hasta el propio arroyo.


Almacén grande que dejó de funcionar hace 10 años

El proceso de obtención de la sal prácticamente no cambió durante siglos de funcionamiento, lo que fue mejorando a lo largo del tiempo fue la cantidad y calidad de las instalaciones necesarias para dar mayor rendimiento a la explotación salina hasta el siglo XIX. A partir de entonces, y debido al empobrecimiento del antiguo pozo salinero y al declive de la industria salinera de interior, la explotación se resintió de tal manera que ésta se suspendió en 1868.

En 1873, las salinas quedan adjudicadas por subasta al Marqués de Remisa. Con este cambio de propiedad comienzan las mejoras en la extracción con la habilitación de un nuevo pozo y en las demás instalaciones complementarias, así como en el manipulado y transporte del producto.

También construyó un balneario para que gente tan importante como la Reina Isabel de Borbón se pudiera beneficiar de las propiedades curativas del agua, como demuestran las cartas que ésta envío a los propietarios y que actualmente conservan sus descendientes. El balneario fue destruido durante la Guerra Civil, pero se conserva la publicidad de entonces, las bañeras que se utilizaban y lo más importante: las propiedades del agua, pues la composición química no ha variado a lo largo de todo este tiempo.


Bañeras del antiguo balneario

Al contrario de lo que ha sucedido con otras explotaciones salineras, los propietarios de la de Belinchón han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y necesidades del mercado, salvándose del claro peligro de desaparición al que se ha visto sometida este tipo de industria.


Vista general de vasos e instalaciones

Desde este post queremos agradecer a Mª Ángeles y Manolo, el recibimiento y amabilidad con que nos trataron durante la visita. Así como el entusiasmo e ilusión que transmiten cuando hablan de estas históricas instalaciones, sentimientos que han hecho que hoy podamos disfrutar de este paisaje salinero y de su futuro esperanzador.

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miércoles, 25 de noviembre de 2009

Nave de Motores de Pacífico, un espacio vivo.

Desde talleres educativos, concursos, cuenta cuentos o gymkanas para los más pequeños hasta sala de exposiciones, entre otras actividades, se ponen en marcha cada día en la Nave de Motores de la Central de Pacífico. Enseñándonos como la recuperación de un espacio industrial consigue potenciar el desarrollo cultural además de dar a conocer, de forma amena y sencilla, la historia de la industria madrileña.

Desde su inauguración en marzo de 2008, como una de las sedes del Proyecto Andén 0, las 869 visitas que recibe mensualmente de media consolidan la magnífica rehabilitación, tanto del edificio como de la maquinaría, promovida por Metro y Ayuntamiento de Madrid.

Nave de Motores rehabilitada. Foto de www.esmadrid.com

Para conocer el por qué de la puesta en marcha de esta instalación hay que remontarse a la década de los años veinte del siglo pasado, cuando el sistema de distribución y producción de electricidad no podía garantizar aún a los consumidores una continuidad en el suministro. A esto había que añadir las constantes mermas en la tensión y la frecuencia con las que la corriente llegaba a sus destinatarios. El problema se agravaba en una ciudad como Madrid, en la que el suministro eléctrico se realizaba por medio de líneas de diferentes tensiones, según quien fuera la compañía generadora. Se necesitaba entonces realizar un acoplamiento a través de elementos transformadores, lo que ocasionaba una limitación de la potencia intercambiada.

Por aquel entonces, el suministro de energía eléctrica a la capital se efectuaba principalmente por dos grandes grupos productores: Hidroeléctrica Española y Unión Eléctrica Madrileña. El 98% de la potencia instalada para la primera y el 75% en el caso de Unión Eléctrica era de origen hidráulico, por lo que a los problemas mencionados anteriormente había que añadir la dependencia que existía con la climatología.

Vista del edificio donde se albergaba la maquinaria. Foto de www.forocoches.com/

Para solventar estas cuestiones la Compañía del Metropolitano de Alfonso XIII, como era conocido en aquellos años, puso en funcionamiento, a partir de 1924, una central térmica de reserva en Pacífico. En la nave de motores de la central se instalaron tres motores Diesel de 1475 HP cada uno de potencia.
 
Vista de los tres motores Diesel en funcionamiento. Foto de www.forocoches.com

Además de producir energía eléctrica, en la central de Pacífico se transformaba la corriente trifásica a 15 kV suministrada por las anteriores compañías, en corriente continua a 600 V necesaria para la tracción de los trenes. En la imagen siguiente se pueden ver estos transformadores.

Transformadores de corriente alterna rehabilitados. Foto de www.forocoches.com

Con el paso del tiempo y a medida que se fueron solucionando las insuficiencias del sistema eléctrico, la central térmica fue quedando obsoleta y dejó de funcionar en 1972, siendo definitivamente clausurada en 1987.

En la página web www.esmadrid.com/anden0/ se puede acceder a toda la información en cuanto a horarios y ubicación de los dos escenarios, Nave de Motores y Estación de Chamberí, del proyecto Anden 0.

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